Consentimiento

Este sitio utiliza servicios de terceros que necesitan su consentimiento.

Ir al contenido

Buques militares rusos abandonaron Venezuela después de cuatro días de cooperación técnico-militar entre Caracas y Moscú

Publicado el: 2024-07-07 17:07

La fragata Almirante Gorshkov, parte de un grupo de barcos de la Flota del Norte de Rusia, es vista en la ciudad portuaria venezolana de la Guaira, Venezuela, el 2 de julio de 2024. REUTERS/Leonardo Fernández Viloria

Buques militares rusos abandonaron el sábado Venezuela, donde permanecieron anclados durante cuatro días para fortalecer la “cooperación técnico-militar” entre Caracas y Moscú, informó este domingo el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.

“Ayer despedimos a los buques de la Armada de la Federación Rusa que visitaron nuestro país para profundizar la cooperación técnico-militar y afianzar la amistad entre nuestras naciones que están unidas en la construcción de un mundo multipolar más justo.”, indicó Padrino en X.

Los buques Almirante Gorshkov, la fragata más avanzada de la flota rusa, en servicio desde 2018, y el petrolero Akademik Pashin llegaron al país el pasado martes y atracaron en el Puerto de La Guaira, ciudad vecina a Caracas, constataron periodistas de la AFP.

“Un destacamento de buques de la Flota del Norte (...) realizó una escala comercial en el puerto de La Guaira de la República Bolivariana de Venezuela. La llamada de negocios durará varios días, después de los cuales los marineros continuarán con sus tareas asignadas”, recogió la agencia TASS de un breve comunicado emitido por la cartera.

Los buques venían de visitar hace pocos días Cuba, otro importante aliado de Rusia en la región.

Las imágenes fueron muy similares a las que se conocieron a mediados de junio, cuando la flota rusa entera arribó a aguas a la isla caribeña. Entonces, se trató del remolcador de rescate Nikolai Chiker, la fragata Gorshkov, el petrolero Pashin y, por último, el submarino Kazán. No obstante, ninguno de ellos transportaba armamento nuclear.

Una embarcación atraca en el puerto de La Guaira, Venezuela, como parte de la flota rusa que llegó a ese punto, el martes 2 de julio de 2024. (AP Foto/Ariana Cubillos)

Según informó la diplomacia cubana en aquel momento, “esta visita se corresponde con las históricas relaciones de amistad entre Cuba y la Federación de Rusia, y se acoge estrictamente a las regulaciones internacionales de las cuales Cuba es Estado parte”.

Ahora continuarán con sus “labores” en el océano Atlántico, según un comunicado que el Ministerio de Defensa venezolano difundió el martes.

El objetivo de la visita de las embarcaciones era “mostrar la bandera y garantizar una presencia naval en importantes zonas operativas”, aseguró entonces el ministerio.

El gobierno de Nicolás Maduro es uno de los principales aliados de Rusia en la región y ha expresado su apoyo a Moscú tras su invasión a Ucrania, en febrero de 2022, aunque ha abogado también por negociaciones de paz.

Maduro describió a su par ruso, Vladimir Putin, como su “hermano mayor”, tras celebrar su última reelección que consideró como “un buen augurio para el mundo”.

Miembros de tripulación rusos en una visita de bienvenida con autoridades en La Guaira, Venezuela, después de que la fragata Almirante Gorshkov y el buque petrolero Akademik Pashin de la Armada rusa atracaran en puerto, el martes 2 de julio de 2024. (AP Foto/Ariana Cubillos)

Maduro aspira el 28 de julio a un tercer mandato de seis años.

Estados Unidos calificó la escala de “rutina” y aseguró “esta última visita a puerto, debido a su escala y carácter, no supone una amenaza”. Lo mismo dijo cuando los buques visitaron Cuba.

“Hemos estado siguiendo los planes de los rusos, no es una sorpresa. Los hemos visto hacer este tipo de escalas portuarias antes y estas son visitas navales rutinarias que hemos visto bajo diferentes administraciones. Siempre vamos a vigilar constantemente cualquier buque extranjero que opere cerca de las aguas territoriales de Estados Unidos (...) pero estas maniobras no suponen una amenaza para Estados Unidos”, dijo entonces la portavoz del Pentágono, Sabrina Singh.

Washington simplemente insistió en que seguía de cerca los movimientos del Kremlin pero no emitió ninguna alerta.

De todas formas, apenas un día más tarde de la llegada a Cuba, el Comando Sur ordenó la movilización del submarino de propulsión nuclear USS Helena a la Bahía de Guantánamo, en lo que se entendió como una demostración de fuerza a la potencia extranjera ya que “los buques de guerra visitantes son la forma que tiene (Vladimir) Putin de recordar a (Joe) Biden que Moscú puede desafiar a Washington en su propia esfera de influencia”, dijo William Leogrande, profesor de la American University.

(Con información de AFP y EFE)